No tengo la menor duda de que habrás visto decenas de veces una bola de cristal, ya sea en películas, series de televisión o en un puesto de adivinanza si has ido alguna vez. Es uno de los objetos, quizá el que más, más característico de un o una adivina, y no es para menos, porque la bola de cristal no es solo un elemento de decoración, es un objeto muy potente que puede incrementar una visión, si las manos que lo poseen sabe manejarla, no es fácil, pero los resultados son muy interesantes.
Las bolas de cristal
Muchas personas afirman que los cristales contienen una energía especial, la almacenan, por eso una bola mágica o de cristal es el elemento perfecto para poder echar un vistazo atrás al pasado, ver lo que está ocurriendo ahora, en el presente, y las posibilidades que hay de que algo pase en el futuro.
EL cristal contiene la energía necesaria para desencadenar estas visiones, pero obviamente no es nada fácil, hace falta un aprendizaje y concentración para sacarle todo el partido a la bola de cristal.
La historia de la bola de cristal
Nos tenemos que remontar a los celtas para ver dónde comenzó su andadura la bola mágica, aunque primero no era una bola, veían a través d otros cristales con otras formas, pero fue evolucionando hasta dar esta forma redonda que hoy conocemos.
Su idea era usar la bola como un sol en miniatura, la intención siempre ha sido canalizar la energía que desprendía la bola con la del vidente, unir ambas y entonces hacer una aproximación cercana a lo que ocurrirá, interpretando la energía que desprende la bola, por eso no es nada sencillo de manejar, si no tienes la habilidad bien desarrollada, es fácil confundirse al hacer un diagnóstico.